Nuestra
devoción a la “Divina Pastora”, patrona de Barquisimeto, estado Lara. Ocurrió
que los esposos Rivera Núñez vivían momentos críticos, por problemas de salud
de uno de los miembros de la familia; pues, la única hembra después de cuatro
varones, enferma de hepatitis y colapsa producto de las altas fiebres se
complica con una meningitis. Ante tal situación, habiendo los médicos agotados todas
sus herramientas y posibilidades, indicaron buscar donantes de sangre; y
cumplieron con informarles a los padres que tan sólo un milagro podría salvar a
su pequeña de dos años de edad, que lucía mal, con vías incorporadas en cuello
y pies. El padre, Gerónimo Rivera, salió esperanzado a buscar los donantes
necesarios, pero al llegar la noche no había logrado encontrar ni tan siquiera
uno.
De regreso, pasó por una bomba de
gasolina para abastecerse de dicho fluido. El señor que lo atendió le regalo un
almanaque en el cual se apreciaba una señora sentada en un sillón, con un
bastón en una mano y un niño en brazos, rodeados de ovejas en un campo. Al
llegar al hospital de San Tomé estado Anzoátegui, le informó con desaliento a
su esposa, Sra. Elvia Núñez de Rivera, que no había encontrado donante alguno; sólo
aquel almanaque el cual mostró. Les llamó la atención aquella imagen que
parecía de virgen pero no conocían. Fue entonces cuando vieron en la parte baja
donde aparecía escrito, “Divina Pastora”. Ambos lo tomaron como una señal y
pusieron en ella la fe y esperanza.
El día siguiente, un vecino que los
visitó en el hospital, al ver la imagen, les confirmó que esa virgen era muy
milagrosa y que él también le pediría por la salud de la niña. La madrina;
Guillermina González, le hacia un vestidito y ayudaba con las diligencias
correspondientes para el acto fúnebre, pues los médicos no daban esperanzas. Para
el tercer día todos quedaron impresionados la niña había reaccionado, y buscaba
a comer, luego su recuperación fue muy buena y tan rápida que los mismos médicos afirmaron que se trataba de un
milagro. Milagro que ellos adjudicaron a la Divina Pastora.
Años después, volvió a manifestarse
con la misma niña, la cual al encontrarse jugando en el jardín se enterró una
espina de yaque. Pasadas unas horas la niña comenzó a llorar por el dolor, su
madre al no encontrar como aliviarle el dolor, le ordeno acostarse en un
chichorro que colgaba en la sala de la casa mientras ella iba casa de la vecina
a ver que conseguía para a darle o ponerle en el pie. Al regresar encontró a la
niña bajándose del chichorro y le preguntó en forma sorprendida y dudosa, si ya
se había curado, y la niña le dijo: “si mami, me curó la amiga suya, la señora
de la foto”. Ella preguntó inquieta, ¿cuál señora amiga mía? Pues sabía que en
casa no había nadie. La niña mientras le explicaba. “Ella, me pregunto dónde me
dolía, y yo le dije; entonces se sonrió y me puso el palito en el pie dónde me
dolía y me dijo que ya estaba curada y se metió en tu cuarto, y yo me bajé del
chinchorro porque ya no me duele”.
La madre confundida le pregunto, “¿qué se hizo
la señora para dónde se fue?. Ella le indicó que para su cuarto, la madre la
tomó por la mano y la invito para ir a ver. Al entrar encontraron sobre la
cama, la aquella imagen del almanaque que había sido montado en un marco. La
niña contenta al ver la “foto” le indico esa señora mamá, tú amiga. La madre la
abrazó y lloró, más aquella niña no entendía porque lloraba.
Hoy agradecidos, con humildad y amor,
dedicamos a la Virgen María Divina Pastora de las almas, nuestros esfuerzos y
trabajo como una familia, pues la misión y visión es la misma. Divina Pastora,
de corazón te pedimos, no nos desampares y ayúdanos a cumplir con nuestra
misión de vida, formando y educando en valores, cultura y conocimiento, el
futuro de nuestro país y del mundo. Gracias madre por tu entrega, gracias Dios padre
por tu amor; Gracias Jesús por tu sacrificio y perdón. Espíritu Santo alimenta
nuestra alma y protege nuestro cuerpo y a todo tu pueblo.
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